La epidemia del COVID 19 ha provocado la mayor crisis social y económica de la historia de Panamá. El tejido empresarial se debilita con cada día que avanza la crisis, poniendo en riesgo el futuro de cientos de miles de empleos. La plataforma empresarial de la nación, conformada mayoritariamente por micro, pequeñas y medianas empresas, ha quedado sin liquidez y de mantenerse el escenario actual, muchas tendrán que cerrar definitivamente.
Las propuestas presentadas por el Presidente de la República en su discurso a la Nación urgen de planes de gestión inmediatos y concretos para viabilizar las ayudas financieras anunciadas. De igual forma es imperativo definir el nuevo esquema de reapertura que permita, dentro de las posibilidades, elaborar planes graduales y seguros de reanudación de operaciones de las empresas afectadas. Así mismo, la ciudadanía requiere conocer el plan para contener la pandemia que deberá estar vinculado a un plan social para atención y prevención del contagio de poblaciones vulnerables.
Recientemente participamos activamente en la mesa tripartita que se desarrolló en relación con la situación laboral que afrontamos. El sector privado acudió de manera unificada y con espíritu patriótico, convencidos de que los problemas de la sociedad sólo se resuelven a través del diálogo, con la profundización de la democracia y el estado de derecho, y no con visiones totalitarias fracasadas.
En este sentido, reconocemos que se alcanzaron acuerdos, mas dejamos constancia que el resultado de la mesa tripartita no abordó temas que son críticos para la reapertura. Consideramos que faltó espíritu de realismo para entender que las medidas temporales, deben ser más profundas para poder mantener la estructura empresarial, generadora del 85% del empleo del país. Podemos señalar dos temas claves que deben ser atendidos con urgencia:
• El proceso de reactivación gradual, entendiendo que las medidas de bioseguridad y la situación del mercado no permiten una reintegración total de los trabajadores desde el primer momento.
• Ante la ausencia de consenso acerca de la suspensión de los efectos de los contratos laborales, es urgente definir un mecanismo jurídicamente viable que brinde solución a las empresas que aún no tienen fecha definida en el plan de reapertura, que podría extenderse hasta finales de este año.
Además, se dejó constancia que las estructuras legales que gobiernan las relaciones laborales, no se ajustan a la realidad del siglo XXI: la virtualidad, la inteligencia artificial y la llamada “big data”, no se compadecen con normativas que tienen más de 40 años.
Hoy más que nunca, Panamá requiere de la modernización del Estado, eliminar los mecanismos que bloquean la innovación tanto del incipiente emprendedor como del sector empresarial y desburocratizar el gobierno para adaptarnos a las condiciones actuales con reglas claras y transparentes apalancados en la tecnología como habilitador de cambios.
APEDE siempre ha aportado ideas para construir un mejor país. La Visión 2050 es una muestra del intenso trabajo que hemos realizado para ofrecerle al país una hoja de ruta para lograr prosperidad para todos los panameños. Desde el inicio de esta pandemia, el sector empresarial ha trabajado cohesionado en propuestas al gobierno y ha implementado recursos y esquemas para procurar el bienestar de sus trabajadores y clientes, velando por la implementación de protocolos de bioseguridad y anteponiendo la vida y la salud por encima de todo.
APEDE está lista para continuar siendo parte de la solución y aportar en la construcción de un país equitativo y sostenible para todos.
Panamá, 5 de julio de 2020